jueves, 22 de abril de 2010

Tu mirada

Me sentía ilusionada, llena de deseo, de curiosidad por saber que se escondía tras esa voz, tras esas palabras en mi pantalla, tras ese hombre misterioso que había conseguido que mi imaginación volase. Y ese día..... nos pudieron las ganas, el deseo y decidimos conocernos.

Mientras planeábamos ese encuentro donde solo nos veríamos para comer, nuestra imaginación iba más allá, nuestras charlas más que calientes alimentaban un juego que “sin querer” comenzamos, pero a la vez nos “conteníamos”. Todavía no habíamos visto nuestras caras, ni nuestras miradas, ni sabíamos casi nada el uno del otro. Solo iba a ser una comida formal para conocernos, me planteé!!....... aunque en el fondo, mis deseos iban más allá.

En varias ocasiones me había masturbado pensando en él, imaginando situaciones y...... como no, imaginando esa comida que, tras una charla con él ultimando detalles, me desveló algunos de sus gustos, de sus preferencias en lo que a llevar o no llevar ropa interior se refiere. “Yo no puedo ordenarte como debes venir vestida” me dijo!!!.......” Lo sé, entonces decidiré yo como debo ir, pero lo sabrás ese día” le dije!....... bien, pero “lo tendré que comprobar de alguna manera” me dijo!! Bufffffff.... solo pensar en esa imagen me puso como una moto, pero intentaba mantener ese morbillo hasta el final.

Llego el día y me desperté muy excitada, algo “nerviosa”. Que mañana más larga, pensé! Y mientras me vestía, mi sexo iba mojándose cada vez más. Me vestí de manera “formal”, pero........NO, no iba a llevar mis braguitas. El morbo de llevar mi sexo desnudo, mojando mis muslos como una perrita en celo, pensar que en el fondo él era lo que deseaba, me disparó totalmente y ya solo deseaba sentir sus dedos acariciando mi coño totalmente depilado!

A la hora prevista, salí disparada!! un mensaje “estoy en la puerta”, ummmmm........justo estaba girando la esquina del restaurante cuando le vi allí en la puerta. Me sonrió, le sonreí, nos saludamos con dos besos y entramos al restaurante. Los dos nos miramos atentamente, uffff! creo que nos recorrimos enteros no solo con la mirada, también con mucho deseo y comenzamos a charlar de todo un poco, a preguntarnos, de nuevo a mirarnos mientras comíamos, mientras en más de una ocasión hizo que me mordisquease el labio, dedicándole una sonrisa más que pícara, con algo de vicio.

Nuestras manos se rozaban suavemente, nuestra conversación ya no tenía el mismo tono, sus ojos, su mirada penetrante, directa.....aceleraba mi respiración y yo, bufffffffff.......yo sentía como mi coñito desnudo se mojaba cada vez más y más. Yo no podía más y, directamente le pregunté si sabía como había ido vestida? Refiriéndome a mi ropa interior. Sí, lo sé! me dijo con seguridad.......bufff, creo que mi mirada lo decía todo y... entonces me recordó la comprobación que para ello debía de hacer, a lo que yo le respondí que........estaba deseando que lo hiciese!!!! Ummmm....

Creo que no tardamos ni un minuto en pedir la cuenta y dirigirnos hacia mi coche. Por el camino, podía sentir como se mojaban mis muslos, estaba chorreando como una perrita en celo!!!!....Entramos a mi coche los dos, nos miramos fijamente acercando nuestros labios sin tocarnos, sintiendo nuestra respiración mientras sentía como su mano acariciaba mi pierna, como subía por mis muslos, como.......como, uffffffffffff.......como sus dedos comenzaron a acariciar mi coño, como mis labios rozaban los suyos, como mi lengua pasaba por sus labios........ummmm, hacía esfuerzos para no agarrar fuertemente su mano, mover mis caderas y meter sus dedos dentro de mi coño, pero me gustaba más el morbo que estaba sintiendo con la situación, como comenzamos a besarnos de manera salvaje recorriendo nuestras bocas con nuestras lenguas y. .... él, SOLO rozaba mi coño comprobando que había ido como él deseaba.




De repente paró en seco, agarró mi barbilla besándome de nuevo y me dijo..........”Ahora vete a trabajar, ZORRA!!!! Salió del coche, se puso sus gafas de sol y.....se fue!!! Le seguí con la mirada mientras andaba y arrancaba mi coche. No se giró en ningún momento y todavía no sé muy bien porque, eso me puso todavía más cachonda!!!..... arranqué mi coche, con una sonrisa en mis labios me fui a trabajar llena de deseo, excitada como una perra y sin dejar de pensar en aquella mirada dentro de mi coche.

A los pocos minutos recibiría un sms de él que me provocó algo más que una sonrisa.